Extraña. (Flashbacks 7)

miércoles, 28 de mayo de 2014

«I'd like to be my old self again
but I'm still trying to find it.»

En el interior del descapotable blanco, los ojos de Kyle seguían posados sobre Annabelle. Ella estaba observando a las personas que se unían a la gran multitud de en frente al escenario. Todas hablaban a la vez, contribuyendo a la contaminación auditiva que pronto iba a provocar que los oídos de Annabelle estallasen. Se sentía horrible en aquel momento. Tenía un nudo en la garganta que provocaba que no pudiera articular ni una sola palabra. Le quemaban los ojos, y, por mucho que trataba de ahogar las lágrimas, ellas encontraban la manera de salir a flote a través de sus ojos. En el pecho sentía como si tuviese un globo que se inflaba cada vez más, y este fuese a explotar de un momento a otro.

-Annabelle -dijo Kyle con voz tranquilizadora-, cálmate. Lo pasarás bien, confía en mí.

Confiaba en él, pero eso no hacía que dejara de sentirse como un pez fuera del agua en aquella fiesta llena de gente. Annabelle tenía anthrophobia, miedo a la sociedad y a la gente, aunque sólo le aparecía esta fobia cuando estaba en sitios con grandes multitudes de personas. Kyle, sin conocer acerca de ese detalle sobre ella, la había invitado a acompañarle. Le había hecho falta mucho valor y toda su fuerza de voluntad para convencerse a sí misma de que estaría bien ir, tratar de superar su miedo, enfrentarse a él.

Así que, dos horas antes de que Kyle la recogiera, se había vestido -muy distinta a lo que solía- con unos shorts vaqueros desgastados, una camiseta con la bandera americana y unos tacones que la hacían sentirse como si estuviera continuamente haciendo equilibrios en una cuerda, y se había delineado los ojos también en el párpado inferior, algo que no solía hacer nuca. Cuando se miró en el espejo, arrugó la nariz a su reflejo. Se veía muy diferente, y no estaba segura de si le gustaba. Se encogió de hombros, decidiendo no pensar más en ello y giró sobre sí misma para dirigirse al salón, tropezando por culpa de los tacones. Se apoyó en su escritorio para no caer al suelo. Cuando consiguió volver a levantarse, se dio cuenta de que no eran solo los zapatos los que le impedían mantener el equilibrio. La cabeza le daba vueltas, sentía como si se fuese a desmayar en cualquier momento.

Le costó trabajo llegar al sofá, y una vez allí se tumbó, con la cabeza en uno de los cojines y los pies sobre otro. Dándole un manotazo al reproductor de música que había en la estantería junto al sofá, hizo que la música comenzara a sonar, con el CD que había dejado puesto Kyle algunos días antes. Y, con las notas de Summer Begs acariciándole los oídos, Annabelle cerró los ojos y se quedó dormida.

La despertó la canción que tenía asignada como tono de llamada a Kyle, Annabelle. Sólo cuando abrió los ojos se dio cuenta de que no procedía del reproductor, sino de su móvil, que estaba justo al lado de su oído, y esa había sido la razón por la que se había sobresaltado. Aún adormilada, despegó la cara del brazo del sofá y descolgó el teléfono.

-¿Diga? -dijo, intentando sonar despierta.

-Estoy abajo -dijo la voz de Kyle al otro lado del teléfono.

Mierda, pensó ella.

-Estupendo -respondió Annabelle, forzando una sonrisa para convencerse a sí misma-. Bajo en cinco minutos.

Colgó el teléfono, se levantó del sofá y se calzó los tacones. Se frotó la cara para despertarse un poco, y entonces se acordó del maquillaje. Mierda, mierda, mierda. Corrió al cuarto de baño a lavarse la cara y a pintarse de nuevo. Una vez hubo terminado, se miró a los ojos en el espejo y sonrió.

-Soy Annabelle Rosseau -le dijo a su reflejo, con voz segura y decidida-, y puedo con todo.

3 comentarios:

  1. Hola!!
    Wow! Que pedazo de texto! Esta genial!!

    Besoos!!

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  2. "Y puedo con todo"
    Es un concierto, verdad? a verdad es que esto ha sido un poco cortito, pero me ha encantado!!
    Lots of (All too well) kisses,
    Leila Different

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  3. Vaya cambio en la actitud de una persona. Vaya cambiazo a positivo, no hay nada mejor que poder convencernos de que podemos hacer lo que queramos, pues de este modo ya tenemos medio camino recorrido. Espero que Annabelle haya sobrevivido perfectamente a su fobia.
    Un beso:)

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